¿Has sentido alguna vez un muro entre tú y tu pareja? ¿Después de acercarte a compartir algo con ilusión has sentido la frustración de que no te ha “visto”? ¿A veces incluso con la mejor de las intenciones cuando os ponéis a hablar sobre ciertos temas, sientes que estáis mucho más lejos? Si has respondido que sí a alguna de las preguntas anteriores o incluso si no lo has hecho pero crees que vuestra comunicación podría mejorar y además te importa tu bienestar y el de tu pareja, las reflexiones que voy a exponer a continuación te interesan.
Muchas veces queremos compartir algo con nuestra pareja desde la ilusión y nos encontramos con la frustración de que ese encuentro no es como esperábamos. Ante la frustración viene el enfado y con él nuestra reacción no suele ser muy acertada y acaba empeorando la situación. De hecho en la mayor parte de las discusiones no sabemos muy bien cuál fue la causa del desencuentro, puedo saber qué es lo que a mí me dolió pero no sabría decir el hecho que provocó que el distanciamiento temporal o incluso definitivo se produjera.
Para eso es importante familiarizarnos con los elementos de la comunicación, esto nos hará más conscientes y de este modo más capaces de resolver la situación de manera que ambas partes estemos satisfechas y nos sintamos cerca del otro, creciendo en confianza e interés mutuos. La comunicación es un proceso complejo así que no hay respuestas únicas, a veces no hemos elegido el momento adecuado, otras no hemos escuchado las necesidades de nuestra pareja en ese momento o no hemos expresado las nuestras con claridad.
Si decides profundizar en estos temas y mejorar tu comunicación, eso te llevará a tener relaciones más felices y más auténticas. He comprobado que muchas veces sólo con que uno de los miembros de la pareja tome esa decisión, las cosas cambian en poco tiempo.
Cuando además ambas personas están interesadas en aprender a mejorar su comunicación, pueden llegar a tener un lenguaje común y de este modo es más fácil que nombren lo que les sucede y se sientan comprendid@s. Esto nos lleva a sentir más cercanía e interés en nuestra pareja y a alimentar esas ganas de compartir que siguen creciendo al igual que el deseo de estar juntos.