Las relaciones son una gran fuente de satisfacción pero también de dolor. En el colegio no aprendimos cómo comunicarnos y cuidar nuestras relaciones personales y laborales. Hacemos lo que podemos y repetimos modelos, incluso aunque no queramos.
La comunicación es la clave. Necesitamos un espacio para aprender a expresarnos, a escuchar y a resolver conflictos.